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Morir de Desnutrición y Paludismo del Libro Morir en el Socialismo del Siglo XXI Tomo I del periodista Eladio Rodulfo Gonzalez

Morir de Desnutrición y Paludismo

Morir de Desnutrición y Paludismo del Libro Morir en el Socialismo del Siglo XXI Tomo I del periodista Eladio Rodulfo Gonzalez

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Salvador Franco prisionero político muerto en manos de la narcodictadura de Nicolás Maduro en Venezuela

El 3 de enero de 2021 falleció en la cárcel El Rodeo II, sita en el Estado Miranda, el prisionero político de la narcodictadura Salvador Franco, uno de los 13 indígenas de la etnia pemón que fueron detenidos en 2019 acusados de asaltar un destacamento militar en el Estado Bolívar.

El Foro Penal denunció en varias ocasiones que los detenidos se encuentran en graves condiciones en el centro penitenciario Rodeo II, en Miranda. Allí han tenido síntomas de covid-19 y problemas estomacales.

El hecho de confinar a Franco y sus compañeros de desventura en una cárcel muy distantes de sus lugares de residencia, además de violar el Código Penitenciario, constituye una violación de los derechos humanos, por cuanto imposibilita la visita de familiares y amistades, máxime tratándose de indígenas

La referida fuente aseguró también que la muerte de Franco se produjo por negligencia estatal.

La mal llamada justicia le había imputado los cargos de conspiración en la forma política, terrorismo, sustracción de arma de fuego o municiones en resguardo, asociación para delinquir, uso de adolescentes para delinquir, porte ilícito de arma de fuego y aprovechamiento de la cosa proveniente del delito, por los cuales no se le realizó un proceso con todas las garantías y en el marco de los derechos humanos.

Foro Penal, en la voz de su director Gonzalo Himiob, señaló, además:

Desde que Franco fue apresado se informó sobre sus problemas de salud y por ello un juez había ordenado que se trasladara a un hospital. Dicha orden fue ignorada. Franco había sido diagnosticado con anemia y bajo conteo de plaquetas.

Por otro lado, en los días cercanos a su muerte el detenido presentó síntomas relacionados con la covid-19 y de otras enfermedades relacionadas con problemas de salubridad en el centro penitenciario.

El informe entregado después de su muerte – señaló Himiob– afirma que murió por tuberculosis y desnutrición. Murió sin que se le permitiera asistencia legal por su condición de enfermedad. Por eso lo declaramos un crimen de la dictadura de Maduro.

En su cuenta oficial en Twitter el director de la ONG Foro Penal escribió:

“Según Certificado de Defunción emitido después de la autopsia, Salvador Franco murió a causa de edema cerebral, shock séptico y otras reacciones producto de la tuberculosis y desnutrición que padecía desde hace meses, cuadro que empeoró fatalmente por falta de atención médica”.

Este nuevo crimen de la narcodictadura contra un miembro de la población originaria del país levantó otras voces de repudio y condena.

En efecto, el presidente interino de la República, Juan Guaidó, sentenció: “Esto es un asesinato de la dictadura”.

Alfredo Romero, de Foro Penal: aseveró: “Lo dejaron morir ya que nunca fue traslado a un centro de salud, teniendo orden judicial desde el 27 de noviembre… Jamás fue acatada dicha orden”. También recordó que “desde hace meses tanto Foro Penal como familiares han denunciado la situación de 13 indígenas pemones. Presos políticos. Particularmente insistimos en urgente y grave condición de salud de Salvador Franco quien hoy fallece por falta de atención médica”.

Stefanía Migliorini, también de Foro Penal, señaló al respecto: “Hay un familiar que fue a visitarlos y tenían como 12 días que no les llegaba agua”

Agregó que el 30 de octubre advirtió que “en el recinto hay ratas, cucarachas y de comida solo les dan arroz con grano”.

También la Organización de Estados Americanos, en la voz de su secretario general Luis Almagro, repudió ese crimen en su cuenta en Twitter: “Condenamos la muerte por tortura del preso político venezolano de la etnia pemón Salvador Franco. Otro crimen de la dictadura en Venezuela. Nuestras condolencias a sus familias y allegados”, dijo, según reseñó el portal TODOSAHORA.COM. el cual añadió; “Asimismo, resaltó que según un informe médico realizado semanas atrás, el indígena mostraba deterioro en su estado de salud. Franco, se encontraba con un diagnóstico de anemia, bajo conteo de plaquetas y síntomas de COVID-19. Además, enfermedades gastrointestinales, según lo reseño también el Foro Penal, quien llevaba una campaña para exigir su liberación.

El repudio de Amnistía Internacional se expresó en Erika Guevara Rosas, directora para las Américas, quien señaló vía Twitter que el régimen de Maduro negó trasladarlo a un centro de salud.

-Salvador Franco, -expresó- indígena pemón detenido arbitrariamente por motivos políticos en Venezuela, falleció después de que el gobierno de Nicolás Maduro negara traslado a un centro de salud, según orden del tribunal, para recibir atención médica urgente que requería”.

En junio, Amnistía Internacional exigió las garantías de un debido proceso, porque “Estarían siendo procesados penalmente por un tribunal con competencia en terrorismo. Esto sin apegarse a las disposiciones constitucionales y estándares de derechos humanos que indican la obligación de los Estados de respetar los sistemas de justicia indígenas”, dijo la organización.

Según publicó Héctor Rodríguez Cárdenas el 23 de octubre de 2020 en Cotejo.info, 130 presos murieron por tuberculosis y desnutrición en Venezuela durante 2020.

Venezuela, -explicó- con menos cantidad de privados de libertad, es el único país de Suramérica que registra presos muertos por hambre y enfermedades erradicadas hace una decena de años

La falta de atención médica adecuada y oportuna, el hacinamiento y la inoperancia del Ministerio para Asuntos Penitenciarios es el patrón que atenta contra los reos.

Y añadió:

Desde 2019 las grandes prisiones y los Centros de Detención Preventiva (CDP) de Venezuela están sumergidos en dificultades sanitarias que afectan mortalmente a los privados de libertad, pero en 2020 esa crisis se ha hecho más cruenta hasta el punto de que en la historia carcelaria de países como Colombia, Perú, o Paraguay no hay un registro de tantas muertes de presos por enfermedades médicamente tratables.

Hasta agosto de 2020 dos organizaciones no gubernamentales que tienen como misión monitorear los derechos humanos de los reclusos, contabilizaban 130 reclusos fallecidos en las cárceles y CDP del país a causa de enfermedades curables. El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) suma 60 muertes en centros penitenciarios, desde enero hasta agosto, mientras que Una Ventana a la Libertad (UVL) -en ese mismo lapso- tenía precisados 70 prisioneros que murieron enfermos en al menos 273 calabozos policiales de los 19 estados que investigan.

Luego indicó:

Estas ONG en sus diferentes informes semestrales de 2020 (desde enero hasta junio) han detallado que la tuberculosis, la insuficiencia respiratoria, los casos de grave desnutrición e infartos intestinales son las enfermedades que han generado la mayor cantidad de muertes. Esta realidad desnuda un patrón de violación de derechos humanos por parte del Estado venezolano vinculado a la garantía de servicios básicos como agua potable, la alimentación y la atención médica adecuada y oportuna.

En su informe anual de 2019, el OVP logró confirmar que las muertes de reos por salud fueron más en comparación con las riñas intracarcelarias, motines u otro hecho violento dentro de las cárceles y la tendencia en los primeros seis meses de 2020 no ha cambiado, porque ya suman 48 privados de libertad fallecidos por salud del total que contabilizan que son 119.

El estudio del año pasado indica que 66 presos fallecieron porque estaban enfermos; en 2018 fueron 40 y en 2017 registraron 28, lo que evidencia una curva ascendente en el renglón de las causas de muerte por salud en el país.

El 26 de septiembre de 2020 la periodista Luna Perdomo, de TalCual, escribió:

El informe del Observatorio Venezolano de Prisiones del año 2019, presentado el pasado mes de julio, reveló que el aumento de muertes en presos por temas de salud había aumentado. A pesar de que no se ha dado a conocer una investigación de las circunstancias de este año, se puede afirmar que durante los seis meses de cuarentena por el coronavirus la situación en las cárceles empeoró.

“Las muertes por desnutrición y tuberculosis han tenido un repunte muy alto durante los meses de cuarentena. Los hechos violentos han bajado, pero las muertes por estas dos causas son importantes”, asevera Carolina Girón, directora del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP)

Después indicó:

En este mismo sentido, el coordinador de la ONG Una Ventana a la Libertad, Carlos Nieto Palma, no cree que la pandemia haya causado mayores estragos en los recintos penitenciarios porque, a su juicio, “la situación en las cárceles venezolanas siempre ha estado muy mal”; aunque admite que con la pandemia “la situación es más grave”. Explica que, aunque en las cárceles ya existía hacinamiento, retardo procesal, tuberculosis, escabiosis, hepatitis, HIV y otras enfermedades, “las muertes se incrementaron”.

En el siguiente párrafo precisó:

Fénix (Lara) y Tocuyito (Carabobo) son penales donde las muertes por desnutrición y tuberculosis son alarmantes”, sostiene Girón y lo confirma Nieto. Asimismo, la representante del OVP dice que cree que “ya se superó la cifra total de muertos del año pasado” y solo con los datos que se manejaban hasta junio.

Después apuntó:

En el mes de julio hubo un repunte de muertes entre los presos por las malas condiciones de salud. “Hubo un momento que era un fallecido diario y no había respuesta oficial”, asegura la directora del Observatorio Venezolano de Prisiones. Igualmente, Girón explica que esta lamentable situación creó más tensiones dentro de los recintos carcelarios, lo que llevó al Estado a permitir el ingreso de comidas, medicinas, artículos de limpieza y afines.

Durante la cuarentena por la pandemia, las preocupaciones de las madres y familiares aumentaron, principalmente porque se enteraron del fallecimiento de su ser querido por terceros y no por confirmación de las autoridades competentes.

La periodista citó además casos conocidos por el Observatorio Venezolano de Prisiones.

El OVP –reveló- lleva el caso de una mujer en Carabobo a la que se le murió su hijo en Tocuyito y el cadáver está desaparecido. Otro caso es el del Johel Castro, de 26 años, quien llevaba siete años preso en la cárcel 26 de Julio, sin juicio: a la familia se le avisó el 30 de agosto que estaba muy enfermo -pesaba 26 kilos, vomitaba sangre y no podía caminar-. Los familiares fueron hasta el penal el 1 de septiembre y los funcionarios del centro aseguraron que Castro estaba bien de salud; sin embargo, el 5 de ese mismo mes otros reclusos les confirmaron la muerte a los familiares por presunta tuberculosis. “Mi familiar murió de mengua”, asevera un pariente.

En otra parte del reportaje registró:

Es un desastre porque no se sabe las personas que han muerto ni las que están ingresadas en los penales. Eso es inseguridad para todos”, detalla Girón mientras describe el otro caso en la cárcel de El Dorado, Estado Bolívar, donde dejaron cuatro cuerpos debajo de un árbol y cuando llegó el capellán tuvo que buscar fosas para enterrarlos de manera digna.

Para Carolina Girón, lo que ocurre dentro de las cárceles “es dantesco, cada día es peor”. A su juicio, hay indolencia e irrespeto.

Luego señaló al final:

El Observatorio Venezolano de Prisiones informó este viernes que en 2019 las principales causas de muerte en las cárceles de Venezuela fueron la desnutrición y la tuberculosis.

Un total de 104 privados de libertad murieron bajo la responsabilidad del Estado durante el 2019, de los cuales 66 de ellos perdieron la vida por condiciones de salud. La desnutrición y tuberculosis fueron la causa de muerte de 63,46% de las víctimas”, señaló el OVP.

Se conoció, además, que hubo un aumento progresivo de enfermedades crónicas, bacterias estomacales y paludismo, entre otras.

Carolina Girón, directora del OVP, explicó que a diferencia de años anteriores la violencia no fue la principal causante de fallecimientos en las prisiones.

Morir en el Socialismo del Siglo XXI I de Rodulfo Gonzalez

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Centro de Investigacion Cultural del Estado Nueva Esparta CICUNE

Eladio Rodulfo González, quien  firma su producción periodística y de todo género con los dos apellidos, nació en el caserío Marabal, hoy en día parroquia homónima del Municipio Mariño del Estado Sucre, Venezuela, el 18 de febrero de 1935. Es licenciado en Periodismo, Poeta, Trabajador Social e Investigador Cultural.El 15 de abril de 1997 creó el Centro de Investigaciones Culturales Neoespartanas (CICUNE).Publica diariamente los Blogs: “Noticias de Nueva Esparta” y “Poemario de Eladio Rodulfo González”.Escribe en los portales poéticos Unión Hispanomundial de Escritores (UHE) Sociedad Venezolana de Arte Internacional (SVAI) y Poemas del Alma, de los cuales es miembro.