Como cada último viernes de cada mes, el Ágora vuelve a su nido,«como aquellas golondrinas de nuestro querido Bécquer». La poesía forma parte del resurgir del letargo, para transformar el miedo en ilusión. Será con un cambio de horario, de 21.00 horas a 22.30 horas, para que quienes participen estén a las 2300 horas en casa)
«Cumplimos 7 años de versos, en los que en cada uno de ellos siempre ha habido alguien nuevo para recitar, donde la poesía no compite, se comparte. Todo el que quiere leer o recitar participa. Y con el reconocimiento de «La Armonía de las Letras – 2029, de Camparreodondas», explican los organizadores. Un encuentro poético que esta vez no podrá contar con la presencia de poetas de otras provincias, como siempre ha sucedido.
Normas
Para el buen funcionamiento de la actividad se ha puesto una serie de normas.
Hay que leer con la mascarilla puesta y no quitársela a lo largo de la velada. Sentarse en las filas uno y tres a la distancia de dos metros cada uno. Se podrán ocupar los bancos de alrededor.
No se puede tocar el micrófono. Solamente una persona. Tampoco dar folios a nadie, ni pasar los móviles. Por supuesto ni abrazos.
Nadie podrá estar de pie en el anfiteatro. Únicamente quien recite y los dos presentadores, uno a cada lado. Y por último, no se repartirá chocolate ni tarta.